Inteligencia competitiva en la industria de la salud. La otra cara del Business Intelligent

La inteligencia económica y tecnológica comprende el conjunto de acciones lícitas coordinadas de búsqueda, tratamiento y distribución de la información útil para la organización con el fin de ser explotada para detectar oportunidades y peligros en el ambiente de negocio en que se mueve la organización. Organizar y procesar datos transformándolos en información con valor agregado son acciones que llevan a la empresa a alcanzar una gestión inteligente con el fin de desarrollar coherentemente las estrategias y tácticas que logren los objetivos de la empresa, mejorando su posición competitiva.

La Comisión Europea define la Inteligencia Económica como “El esfuerzo coordinado de obtención, tratamiento y difusión, con propósitos de explotación, de información útil para los operadores económicos, incluyéndose en este esfuerzo la protección de información considerada sensible para las compañías interesadas”.

Las mejoras en el acceso a la información, facilitada por el continuo desarrollo de la tecnología y las redes de comunicaciones, constituyen uno de los elementos clave de nuestra sociedad, permitiendo a  las instituciones y las empresas, mediante su utilización, conseguir más respuestas de mayor calidad y enfoques más innovadores a las oportunidades y riesgos que aparecen en un mundo que cambia con rapidez. La Inteligencia Económica y Tecnológica puede aprovechar esta oportunidad para desarrollar métodos más adecuados para la identificación de fuentes de información relevantes, y para el análisis y el manejo de la información obtenida, con el fin de atender a los procesos de toma de decisiones.

La información externa vale en la medida que podemos compararla con la interna[1]

La inteligencia es la capacidad de procesar la información para transformarla en conocimiento. Para desarrollar la inteligencia competitiva hay que identificar las fuentes de información externa, captar las informaciones y procesarlas con arreglo a los objetivos que queremos conseguir, comparándola con la información interna.

La inteligencia competitiva y tecnológica del entorno hay que compararla con la inteligencia del negocio propio o Bussines intelligent. La inteligencia del negocio propio permitirá acometer medidas internas como la eliminación de islas de información, la mejora del control financiero, la optimización de costes, la mejora de la planificación de la producción, el análisis de perfiles de clientes, la rentabilidad de un producto concreto, etc… es un factor estratégico para la empresa, generando una potencial ventaja competitiva, al proporcionar información privilegiada para responder a los problemas de negocio: entrada a nuevos mercados, promociones u ofertas de productos.

La medición se realiza principalmente mediante herramientas tecnológicas datamart y datawarehous y el análisis mediante Cuadros de Mando, Sistemas de Soporte a la Decisión y Sistemas de Información Ejecutiva (EIS)

Inteligencia Competitiva

La Inteligencia Competitiva persigue la detección de riesgos y oportunidades frente a la competencia contribuyendo a garantizar la estabilidad de las empresas de cara al futuro. El análisis de la Inteligencia Competitiva permite caracterizar la posición de la empresa basada en la observación del entorno, identificando las debilidades y fortalezas así como las amenazas y oportunidades en la compleja red de competencia.

La Inteligencia Competitiva es definida como la adaptación de las herramientas militares para alcanzar el éxito en las batallas y la victoria en la guerra, con la salvedad que para el caso empresarial estamos hablando de competencia en los negocios y en los mercados.

El origen de la guerra de la información o information warfare (IW), se debió a las necesidades militares con el fin de conocer las actividades del enemigo y confundirle con informaciones falsas. Posteriormente esta actividad se aplicó también a dinámicas de confrontación de otros actores no militares de la sociedad. Así en la medida que han avanzado los contenidos de las doctrinas militares para la guerra informacional también lo ha hecho el conocimiento en general al respecto, aplicádose estas habilidades y conocimientos a otros campos de actividad humana, fundamentalmente en el campo económico y empresarial.

La guerra de la información puede incluir información táctica errónea, la difusión de propaganda o la desinformación con el fin de desmoralizar o manipular al enemigo y el público, lo que socava la calidad del a información recogida por las fuerzas de oposición. La guerra de información está estrechamente vinculada a la guerra psicológica.

Uno de los efectos de la IW es el que se desarrolla en torno al conocimiento e información referente a la competencia económica en los diferentes mercados. Lo que en asuntos militares es guerra y conflicto armado, en asuntos comerciales es competencia y competitividad comercial y tecnológica. Esto quiere decir que se evitan las acciones de carácter violento.

Sin embargo la competencia tiene como objetivo la prevalencia de uno y el sometimiento o desaparición del otro. Sin embargo, el debilitamiento o la desaparición de una empresa no implica el uso de violencia física aunque esa lucha pacífica pueda llegar a escalar otros niveles que pueden llegar incluso a la propia política de Estado.

En este sentido, cabe mencionar que la alternativa de guerra informacional ha tomado un significado pleno para la economía cuando gracias a los avances de las TIC, hemos entrado en una economía globalizada. La globalización ha elevado los mercados financieros al más alto rango de importancia para la estabilidad económica mundial, en detrimento de la economía real centrada en la producción. Esto ha significado que la economía basada en la producción, característica de la era industrial, ha dado paso a una nueva economía basada en el manejo de la información y la aplicación del conocimiento materializada en una innovación constante de productos y servicios.

La necesidad de innovación constante por parte de las empresas ha generado ciertamente presiones diversas para las distintas empresas en los diversos mercados que existen en el mundo. Pero guerra informacional global es principalmente guerra. En este contexto global hay una mayor libertad en la elección de los medios para prevalecer y, seguramente, incluirá acciones que pueden estar fuera de lo legítimo e involucrar actos criminales.[2]

Los medios de investigación

Las fuentes de investigación son muy diversas y pueden estar referidas a ámbitos locales, nacionales o globales. Los datos pueden recogerse de soportes impresos como periódicos, revistas y libros o estudios editados o en soportes electrónicos como DVD o pen-drives. También pueden provenir de fuentes informales, como contactos, entrevistas personales, reuniones, conversaciones telefónicas.

La información puede ser de dominio público y obtenida a través de Congresos, ferias, conferencias, departamentos de la administración pública, universidades, etc. La Información puede estar muy formalizada, como datos, cifras, tablas, gráficos o poco formalizada, como opiniones, rumores, editoriales de periódicos o encuestas de mercado.

Internet es una de las mayores fuentes de información, pero debe ser tratada con mucho cuidado con el fin de confirmar su fiabilidad: A través de internet se accede de manera global a las redes sociales de pacientes, redes de investigación, Wikipedia y similares, blogs, portales web de las asociaciones profesionales y de las asociaciones de pacientes, de los centros de investigación, de las empresas grandes y pequeñas y de los medios de comunicación especializados que suelen aportar información de mucho interés.

Así pues, la prensa especializada sanitaria, las publicaciones científicas, los congresos y conferencias, los seminarios y cursos y las relaciones desarrolladas en los actos institucionales son las principales fuentes de información aunque las más sensibles son las que se obtienen a través de las relaciones institucionales y a partir del net working cotidiano.

En todo caso es necesario atender tanto a las fuentes primarias  como son los informes anuales que contienen hechos y estadísticas, documentos de patentes, sentencias judiciales, discursos y gran parte de los datos y la información generados por la Administración Pública, como a las fuentes secundarias, las que proporcionan información modificada, resumida o que representa la opinión de terceros. Es el caso de los informes periodísticos que, si bien esta información puede ser muy valiosa, con frecuencia precisa ser confirmada o validada antes de darla por buena como tal. Pero en muy importante disponer de las capacidades y los recursos humanos y tecnológicos precisos para procesar el flujo de información en bruto proveniente de tan amplia variedad de fuentes y transformarla en conocimiento.

Es importante poder diferenciar la información contaminada, es decir, información generada por nuestros competidores con el fin de inducir al error a su competencia y así obtener ventajas al hacer creer cosas inciertas y al hacer dedicar tiempo y recursos a investigar sobre esas informaciones.

Internet como fuente de información competitiva

Internet se está convirtiendo en la mayor fuente de información para el desarrollo de la inteligencia competitiva en sanidad en el que la demanda de información no sólo es cada vez mayor sino más exigente en cuanto a calidad y credibilidad.

En Europa, en marzo de 2007 se registraron más de 60 millones de usuarios de información sanitaria en Internet, una cifra que ha aumentado de forma constante en los últimos años. El 92 por ciento de los usuarios que busca información de salud utiliza los buscadores para ello.[3] En EEUU hay más de 60 millones de usuarios de la sanidad 2.0, los cuales acceden a blogs, foros o redes sociales especializadas en salud[4].

Como ocurre en el resto de Europa y en Estados Unidos, Internet también se ha convertido en España en la principal fuente de información sanitaria. Según un estudio de Google, el 85% de los pacientes españoles acude primero a la Red para informarse sobre salud. Los buscadores son utilizados a lo largo de todo este proceso, tanto para la consulta de hábitos de vida saludables (92%) y la búsqueda de síntomas específicos (87%) como para el entendimiento del diagnóstico y tratamiento (87%).

Ello evidencia la importancia de internet para el desarrollo de la inteligencia empresarial, no solo como fuente de información sino como medio para poder interactuar y crear opinión.

Las redes sociales de médicos y las de pacientes serán en el futuro un valiosísimo medio de información. Pero no solo eso, servirán también como un medio de información a estas poblaciones y de creación de opinión.

Conclusiones

Los Servicios de Inteligencia han trascendido los ámbitos tradicionales de policiales y de defensa. Hoy la Inteligencia Económica, la Inteligencia Tecnológica y la Inteligencia Competitiva se muestran como herramientas imprescindibles para los Estados, las Industrias y las Empresas con el fin de descubrir peligros y debilidades de los que protegerse y favorecer el desarrollo de sus fortalezas y encontrar oportunidades de desarrollo de los negocios y alianzas que permitan ventajas competitivas en los mercados, así como mejorar su imagen en relación con los mercados y la sociedad.

La información global y en tiempo real ha de contextualizarse en un entorno organizativo y capaz que pueda transformarla en conocimiento sobre el que apoyarse en la toma de decisiones.

Los sistemas de información a través de internet, la web 2.0 y sus desarrollos actuales, proporcionando entornos de redes sociales, de redes de investigación y comunicación global interactiva y en tiempo real, suponen un reto ineludible para afrontar con éxito el desarrollo de los países, de las industrias y  de las empresas.

Afrontar con decisión estos retos será la fundamental para una sociedad que quiera afianzar su futuro en un entorno de competitividad global.


[1] CETISME

[2] Fuente: Andrea Lodeiro. Chile. Directora de la Revista www.aainteligencia.cl

[3] Archives of Internal Medicine-

[4] Manhatan Research

 

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2 Responses to “Inteligencia competitiva en la industria de la salud. La otra cara del Business Intelligent”

  1. Mariano Avilés dice:

    Ignacio, lo que dices me saca de pisar el suelo,y me traslada a otros estadios de un supermundo a veces de difícil comprensión. Es claro que todo lo que dices no es el futuro, ya es el presente y es la realidad, pero es una realidad tan especializada que para mi deja de ser realidad porque lo veo borroso, posiblemente porque no termino de percibirlo con nitidez.Soy un ferviente seguidor de esta frase que dice que «el exceso de información nos lleva a la negación de la propia información».
    Para mi el «arma» mas potente es el poder de la comunicación y de la convicción frente al de la información que casi siempre es sesgada y torticera, también lo puede llegar a ser la comunicación, pero esta es mas accesible y directa que aquella. En definitiva si las ciencias se aplican con mesura y honestidad son constructivas, si no fuere así se convierten en elementos diabólicos a veces incontrolables, manejadas por unos cuantos. Un peligro en si mismo.

  2. Sí, Mariano. Solo he querido concienciar sobre la que significa «inteligencia» en su acepción asimilada a estudio o, si quieres, «espionaje» no delictivo.
    Gracias por tu comentario.

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