El independentismo nacionalista catalán ha venido llenar en la sociedad catalana el vacío que sienten la mayoría de los españoles. Durante años hemos estado vituperando a España, a nuestra patria, como si España, nuestra patria, fuera un invento del franquismo. A todo aquel que ha enarbolado una bandera española se le ha tratado de fascista.
La gente se fue desencantando de España. Sobre todo desde que ha ido viendo que los políticos de convirtieron en una casta. Estos políticos que se han ido vituperando unos a otros, poniendo en evidencia, cuando no inventando, los males de nuestro país. Según el oponente, todo está mal desde el punto de vista del contrario, todos son unos sinvergüenzas, golfos, corruptos. No hemos nunca visto a los partidos políticos con actitudes conciliadoras, nunca los hemos visto trabajar conjuntamente, ni siquiera poner en valor lo que hace. Solo atacar y descalificar al contrario. Y, de esta manera nos han atacado a todos, nos han hecho creer que nuestro país está mal, nos han hecho perder el orgullo de pertenecer a nuestro país, nos han impedido ver todo lo bueno que tenemos, y lo bueno que somos. Nadie, o muy poca gente, han puesto en valor nuestras virtudes, nuestros logros, nuestras bondades.
La Autonomías han creado, por el interés de los políticos que las gobiernan, un regionalismo y un nacionalismo excluyente, que diluye el valor de España como patria común que nos beneficia a todos. Y aquí sí que han trabajado los políticos por hacerse con la gente haciéndoles creer que los males les vienen de fuera, del Gobierno Central, de las otras comunidades autónomas.
Los españoles sienten un vacío, una impotencia, una sensación de orfandad que los nacionalistas catalanes, liderados con CDC y ER, ha venido a cubrir ese vacío con el mensaje nacionalista e independentista lanzado por los mismos caciques que la han maltratado durante más de treinta años, que, aprovechándose de la situación, quieren hacerse con el chiringuito y evitar asumir las responsabilidades de su mal gobierno y de los casos de corrupción en que se han visto involucrados durante todos estos años. Con técnicas de marketing sociológico y político han manipulado a los ciudadanos creándoles una ilusión por conseguir algo que va más allá de la riqueza y la comodidad. Pero que solo es una vana ilusión. Técnicas que han seguido siempre los regímenes totalitarios o dictatoriales para hacerse con el poder en períodos de crisis y depresión.