La Medicina del Futuro

Estamos a las puertas de una nueva medicina basada en tratar el origen de las enfermedades y no solo en sus efectos, con un enfoque molecular basado en las ciencias ómicas como la genómica, la proteómica, la metabolómica, etc. Tal como expuse en el último libro de la Fundación Bamberg “El impacto de la Nueva Medicina en el Sistema Sanitario”. En este capítulo voy a tratar sobre lo que podemos prever que será la medicina del futuro en función de los logros alcanzados hasta ahora, así como qué futuro tendrá la humanidad a la vista de estos progresos

Los fundamentos de la nueva medicina se basan sobre el desarrollo del conocimiento de nuestros Sistemas Inmunitario, Endocrino, y el Sistema Nervioso Central y del desarrollo de la biología celular y molecular, de la bioinformática, de los biomateriales y de la biofísica médica.
El desequilibrio en alguno de estos sistemas, debido a factores genéticos, epigenéticos, funcionales o ambientales, es el causante de las enfermedades. Enfermedades que se generan mediante el malfuncionamiento de nuestras células, como el cáncer, y que se manifiestan en los diversos órganos de nuestro cuerpo.

Los avances desarrollados en biotecnología, medicina molecular, genética, regeneración celular; los avances en el conocimiento del comportamiento de nuestro sistema inmunitario y del microbioma están suponiendo una revolución de la medicina. El desarrollo de las terapias génicas, celulares, inmunológicas y la regeneración de órganos y tejidos, forman parte de esa revolución. Algunos exponentes son por ejemplo:

• La programación de células codificando el ADN para modificar células vivas
• El rejuvenecimiento de células humanas adultas reprogramándolas y convirtiéndolas en celular madre con características de células embrionarias inmaduras

Estamos adentrándonos en una nueva frontera de la innovación médica. Las nuevas tecnologías, como las terapias génicas y celulares, tienen el potencial de transformar la medicina y crear un punto de inflexión en nuestra capacidad para tratar, e incluso curar, muchas enfermedades intratables o mortales. La nueva medicina es una medicina celular, no básicamente centrada en los órganos como hasta ahora. Una medicina molecular que se basa en el funcionamiento de genes, proteínas, enzimas, aminoácidos y otras moléculas.

Estos avances han permitido el desarrollo de las terapias moleculares, génicas, inmunológicas y de regeneración de órganos y tejidos, contra las enfermedades de origen genético (el 80% de las más de 7.000 enfermedades “raras”, que afectan a unos 500 millones de personas, son originadas por malformación de uno o varios genes), oncológicas y del sistema circulatorio.
En lo que se refiere a la biofísica médica, los avances son, por ejemplo, las técnicas de imagen, la fibra óptica, los bisturís de alta energía, o los órganos artificiales o la microscopía óptica de alta resolución con retos como retos científicos actuales, como la Biología Sintética, el Conectoma Cerebral, o la Ingeniería de la Biosfera.

Muchas enfermedades de base inmunológica, como inmunodeficiencias, alergias o enfermedades autoinmunes, y otras relacionadas con la inmunidad, como las infecciosas, el cáncer o los trasplantes, son multifactoriales y heterogéneas, debido a la interrelación de factores genéticos, epigenéticos, inmunológicos, endocrinológicos, neuropsicológicos y ambientales.

En los últimos años se ha multiplicado el arsenal terapéutico para estas enfermedades mediante fármacos dirigidos a neutralizar o modular los mediadores de la respuesta inmunológica -como, por ejemplo, el uso de anticuerpos monoclonales, proteínas de fusión o inhibidores de factores de transcripción de vías clave en la señalización de la inflamación, inhibidores de los puntos de control (check-point)- se ha logrado mejorar el pronóstico de los pacientes que padecen un gran número de enfermedades graves, así como su calidad de vida.

Los medicamentos de terapia avanzada son medicamentos de uso humano basados en genes (terapia génica), células (terapia celular) o tejidos (ingeniería tisular) e incluyen productos de origen autólogo, alogénico o xenogénico. Las técnicas de análisis y tratamiento de los datos genéticos, la robótica, los modelos de simulación y planificación y la telemonitorización o las aplicaciones móviles, son nuevos elementos que identifican esta Nueva Medicina y prevalecerán en la medicina del futuro.

Los nuevos avances en Cirugía Robótica, la nanotecnología y los Bisturís Moleculares, la Impresión 3D relacionada con la medicina regenerativa, los implantes de órganos artificiales y biomateriales, el desarrollo de las tecnologías de la imagen y su capacidad de informar sobre los aspectos moleculares de las imágenes para un mejor diagnóstico o para el tratamiento de las enfermedades, o el tratamiento mediante técnicas big data de la información genética y clínica, suponen, junto a la incorporación de la Inteligencia Artificial, nuevos hitos que significan una ruptura de la medicina tradicional y una nueva forma de enfocar las enfermedades, abordar a los pacientes y aplicar los tratamientos terapéuticos.

El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) va inundar todos los actos de nuestra vida. En la investigación científica, en las finanzas, en los negocios, en la educación y el aprendizaje, en la industria, en los servicios y, por supuesto, en la sanidad. Su utilización será generalizada para el seguimiento epidemiológico, para la gestión de la salud pública, para la gestión de los hospitales, la gestión de los pacientes, y, de manera individualizada para la promoción de la salud de la población, el diagnóstico precoz y para la realización de la actividad asistencial y clínica.

La inteligencia artificial, junto al el tratamiento de enormes fuentes de datos (Big Data) se convertirá en la herramienta básica para la creación de nuevos fármacos y de nuevos tratamientos terapéuticos. El uso de Big Data combinado con la IA será determinante para la gestión sanitaria de base poblacional, referente a la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y el diagnóstico precoz, aspectos vitales para conseguir los ahorros en costes y conseguir mejores resultados en salud. Esto conseguirá que el alargamiento de la vida sea un alargamiento saludable que permita también un alargamiento de la actividad económica y social de las personas.

Esta nueva medicina va a obligar a un cambio de modelo en la práctica asistencial, condicionado por la medicina predictiva e individualizada; de un cambio de los productos farmacéuticos basados en la química, con moléculas universales para todos, a un modelo basado en la genómica y proteómica, en la terapia celular y génica y en la farmacogenómica. Muchos de los nuevos descubrimientos, más que productos, son procesos terapéuticos individualizados y pluridisciplinares. Estas innovaciones terapéuticas, tanto alogénicas como autológicas, y de tratamiento individualizado, terapias del tipo car-t, edición genética Crips, modificación genética, vectores víricos, células madre, terapias autológicas, etc., supondrán una revolución en el acceso y el tratamiento de los pacientes. Según recoge Nuria Monso en Diario Médico: “La medicina está evolucionando a una estratificación de los pacientes en perfiles fisiopatológicos según marcadores biológicos y clínicos (genotipos, endotipos y fenotipos) que permiten seleccionar mejor las estrategias diagnósticas y terapéuticas”.

Desde el punto de vista asistencial, nuestro sistema sanitario no está preparado para lo que viene, una medicina personalizada, con base autológica, en la que se emplea sangre y células del paciente, una medicina inmunológica, en la que se actúa sobre el sistema inmunitario del paciente, una medicina en la que la regeneración de tejidos será una base muy importante de la misma, una medicina basada en el conocimiento genético y en la genómica, la edición genética y la manipulación de los genes, en el comportamiento molecular de las células, en la proteómica, la metabolómica, basada en la singularidad genética y molecular de cada paciente y de cada enfermedad.

Todo esto va a suponer un cambio sustancial en la asistencia sanitaria, en el abordaje de los pacientes, con una organización más trasversal en la que el foco esté en el origen, las causas de las enfermedades y no en los órganos. Una organización preparada para combatir las causas y no solo los síntomas, una medicina más sanadora que reparadora.

¿Cuál será nuestro futuro?

Como hemos visto, el futuro, que está ya a nuestro alcance, estará condicionado por desarrollo de la biotecnología humana, el desarrollo de la bioinformática y la biología molecular que ha posibilitado el progreso de la genómica, la proteómica y la metabolómica, y la nanotecnología y la manipulación genética. Hoy ya es posible la edición genética, una técnica que permite borrar, añadir o cambiar genes a voluntad.

La selección genética, la generación y regeneración de tejidos y órganos y el dominio del sistema autoinmune acercarán al hombre a la eugenesia y la generalización de una medicina preventiva, predictiva y regeneradora.

El Impacto de la biotecnología alimentaria supondrá la casi desaparición de alimentación carnívora y el desarrollo de nuevos alimentos de procedencia vegetal y mineral.

La interacción de la robótica con la mente humana, la conexión mediante el pensamiento con los ordenadores y las máquinas, la traducción automática del que escucha otro idioma de mente a mente y la robotización del entorno vital: transportes, edificios, medicina, industrias, agricultura, etc., formarán parte del futuro inmediato. El hombre convivirá con robots biomecánicos.

Viviremos en convivencia con la realidad virtual. Cada vez será más difícil discriminar lo real de lo artificial.

La concepción artificial, incluso con óvulos generados a partir de células madre pluripotenciales, la transformación celular, la edición genética y la gestación artificial (ya se están desarrollando placentas artificiales) llevarán indefectiblemente a la eugenesia pudiendo provocar el crecimiento de la unisexualidad y la transformación de la familia.

La pérdida la familia, conllevará a la pérdida de identidad del hombre, de su dignidad y libertad y el sometimiento a la autoridad del estado o del gobierno. Las previsiones de Aldoux Husley parecen cumplirse en su totalidad… La eutanasia y la liquidación de aquellos que ya no valgan o que difieran del pensamiento impuesto por las autoridades. Lo hombres podrán clasificarse en alfa, beta y gamma; pueden llegar a convertirse en robots biológicos sin alma, sin espíritu.

Los cambios en los aspectos sociales ya se están haciendo y serán muy importantes, implantándose una planificación demográfica, cualitativa y cuantitativa y surgirán nuevos sistemas políticos y sociales de carácter “aristocrático” y tecnocrático. El acceso a la Autoridad será por meritocracia y adscripción a lo “políticamente correcto”.

El control físico y mental de la población se ejercerá mediante el uso de las nuevas tecnologías, ya ahora emergentes, que podrán crear sensaciones, sentimientos e, incluso, recuerdos en la población y en las personas… El control del inconsciente colectivo.

Las armas o herramientas biofísicas son capaces de generar cambios climáticos, terremotos o sunamis en determinadas zonas o regiones, una aparente ciencia ficción, pero para lo que debemos estar hoy preparados. Según el coronel Otero, “el cerebro será el próximo campo de batalla de las guerras con armas psicotrónicas, dado que es un órgano con electromagnetismo. El cerebro y el corazón funcionan con impulsos eléctricos, que se miden, respectivamente, en los encefalogramas y en los electrocardiogramas, pero el funcionamiento de todo el organismo en su conjunto se basa en la electricidad. Todas las células se comunican mediante impulsos electromagnéticos”. Mediante estas armas electromagnéticas se podrá inducir en la población estados de euforia o depresión y ansiedad y desorientación, de agresividad o de temor y pánico, o generar enfermedades.

La cara buena de la moneda está en la superación de las enfermedades, en la mejora física e intelectual de la raza humana. Nadie nacerá con defectos genéticos, las enfermedades desaparecerán, La curación de nuevas enfermedades será inmediata, las heridas se regenerarán, las personas serán físicamente más perfectas y bellas y serán más inteligentes, el envejecimiento desaparecerá y se conseguirá los que llamamos amortalidad.

Será una lucha entre el bien y el mal, entre el desarrollo de todas las bondades que serán factibles, como la superación de las enfermedades y la mejora física e intelectual de la raza humana o la imposición del mal sometiendo a las personas a un esclavismo similar al de los robots.

Los límites de todo esto no lo sabemos. La progresión, salvo catástrofes, será cada vez más acelerada. Los beneficios y los perjuicios pueden ser enormes, depende del uso que hagamos de ello: Si lo usamos para el bien o para el mal, para sanar y mejorar al hombre o para esclavizarlo. En nuestras manos está.

Puede dejar un comentario, o trackback desde su propio sitio.

Deje un comentario

Imagen CAPTCHA
*

Powered by WordPress | Designed by: seo | Thanks to seo company, seo services and seo firm